León V.O.

Con motivo de unas ponencias que organicé en la Cámara de Comercio, Industria y Navegación de Mallorca tuve ocasión de presentar a un amigo que ha dedicado y dedica parte de su vida a preservar el patrimonio marítimo de Baleares, para lo cual fundó y preside la Asociación de Amigos del Museo Marítimo de Mallorca. En su intervención nos explicó el desconocimiento reinante que, en ocasiones, provoca la destrucción y pérdida de ese patrimonio. De su conferencia me quedó una idea clara y es que, como es habitual, las iniciativas privadas son las que permiten dar a conocer una parte de nuestra historia. Iniciativas modestas que un grupo de amigos empieza y en ocasiones la secundan más personas porque ven sentido e interés en ella. Por tanto el motor de muchas de estas iniciativas es sin duda la amistad. Si además se consigue una ayuda institucional, la iniciativa sin duda mejora.

El libro que tienen en sus manos es un claro ejemplo de lo anterior y además en un doble sentido. Por un lado representa una hermosa idea que un buen día se le ocurrió a Sebastián y que la secundamos un pequeño grupo de amigos que vimos en ella un interés y un sentido por preservar y dar a conocer una pequeña parte de nuestra historia marítima. Por otro lado, representa la aventura de un grupo de amigos, S’excursionistas Santaninyeros, que un buen día, allá en el verano de 1899, tuvieron la ocurrencia de conocer un poco más la isla que tanto querían y para ello se embarcaron en una aventura, nunca mejor dicho, y a bordo del llaüt Sant Miquel, cuyo medio de propulsión lo constituía el viento y el esfuerzo de los tripulantes al remar, dieron la vuelta a Mallorca, haciendo una particular y detallada descripción de ese viaje y todo lo relacionado con él que bien merecía este reconocimiento.

Muchas personas, yo entre ellas, en algún momento han tenido la fortuna de poder dar la vuelta a nuestra isla y es, sin duda alguna, una experiencia altamente recomendable. Esta hermosa publicación ofrece la posibilidad de experimentar las mismas sensaciones dejándose guiar por la derrota marcada por ese grupo de amigos que en el año 1899 tuvieron esa valiente ocurrencia.

Estoy convencido de que con este libro se logra un doble objetivo, por un lado, se descubre una pequeña parte de nuestra historia y patrimonio marítimos; por otro lado, se da a conocer nuestra isla desde la perspectiva marítima. Lo que se pretende con él es que el lector se anime a revivir la aventura de este peculiar grupo de amigos y por mi parte lo que deseo es que disfruten tanto del libro como de la navegación alrededor de Mallorca.

León von Ondarza Fuster